Confianza: un bien escaso en las sociedades latinoamericanas

Confianza: un bien escaso en las sociedades latinoamericanas

Ha llegado a mis manos un reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo BID sobre América Latina, donde se detalla que nuestra región enfrenta un enorme desafío relacionado con los niveles de confianza en todos los sectores de la sociedad. Aunque parezca un tema que atañe a valores o creencias de los individuos, la ausencia de esta limita el crecimiento económico, la innovación, el emprendimiento y la consolidación institucional. En los últimos diez años de acuerdo con BID este indicador se ha reducido en un 11 % en toda la región, quedando en niveles muy bajos, que podrían expresarse en que solo 1 de cada 10 personas tiene confianza en los demás individuos, los grupos y las instituciones.

Permítanme compartir algunas reflexiones sobre este interesante documento.

La confianza hace referencia a la capacidad de creer en el otro, en que este actuará de buena fe, sin ser oportunista, ni ventajoso; por el contrario, actuará en función de un colectivo, de un bien mayor que redundará en bienestar para todos. “Es la fe en los demás: en su honestidad, fiabilidad y buena voluntad”[1]. Algo muy lejano de la realidad, cuando se analizan los niveles de corrupción, violencia o delitos como la estafa. Analicemos algunas de las consecuencias de su ausencia, tomando como actores centrales el gobierno, la empresa y la ciudadanía.

Las políticas públicas juegan un papel fundamental para analizar el tema de la confianza. Estas determinan el qué, cómo y deber ser de una sociedad. Pero los desafíos en su formulación, implementación y sobre todo en su evaluación de impacto real, hace que el crecimiento social y económico de la región avance lentamente. Corrupción, políticas inacabadas o mal formuladas y desinformación a la ciudadanía, conllevan a que los problemas sociales, muten y se transformen mucho más rápido que las soluciones institucionales que buscan atenderlos. Esto contribuye a la disminución de la confianza pues la ciudadanía percibe un estado que no es capaz de atender los desafíos que tiene por delante.

En consecuencia, en la región está generalizada la imposibilidad de lograr coherencia en la acción política de manera sostenida y efectiva. Del análisis realizado por el BID las instituciones públicas son las que menor índice de confianza generan en las personas, sólo 3 de cada 10 ciudadanos confía en su gobierno. La razón es que no está desarrollada una cultura de rendición de cuentas, lo que explica que, a menor exigencia en la rendición de cuentas, mayor prevalencia tiene la conducta oportunista.

Ante este panorama las personas son proclives a no acatar las normas, no pagar impuestos y no estar dispuestas a hacer sacrificios individuales por proyectos colectivos. “cuando la confianza y el civismo son bajos, las políticas públicas ofrecen menos beneficios a los ciudadanos en su conjunto y relativamente a grupos reducidos”[2]. Como consecuencia de esto la cohesión social tiende a desintegrarse pues la focalización del estado se da de manera desigual, generando un descontento generalizado.

Una salida está en formar a los funcionarios públicos. Se deben crear mecanismos públicos que promuevan un lenguaje coherente conectado con las acciones. Dirigir un mensaje claro, cumplir lo que se promete y rendir cuentas son realidades concretas que desde el punto de vista institucional y de los estados resultan fundamentales. Lo anterior, se materializa en personas que diariamente pueden aportar al mejoramiento de la confianza en miles de instituciones de carácter público, que atienden las principales demandas de la sociedad como la educación y la salud.

De otra parte, la ausencia de confianza también afecta la relación entre la empresa, el estado y el colaborador. Si las empresas desconfían de las políticas regulatorias del gobierno, tienen menos probabilidades de adoptarlas y de lograr el beneficio que en principio proponen, por ejemplo, en temas de salarios, horarios o compensaciones a los trabajadores. Esto a su vez, afecta los niveles de confianza de la ciudadanía tanto en las empresas como en el estado, exigiéndole a este último, una excesiva regulación sobre la actividad de las organizaciones. El resultado por una parte es la promoción y validación de la informalidad como camino para el relacionamiento laboral, y, en segundo lugar, una profunda dificultad para innovar, ampliar o extender nuevos modelos de negocio, así como de bienes y servicios.

Se puede establecer que las consecuencias de la ausencia de confianza son múltiples e impactan todos los niveles del ecosistema de un país. Un que hacer publico ineficiente, una red empresarial avocada a la informalidad y una ciudadanía que le exige a ambos sistemas que le resuelva sus condiciones de vida material. Pero la reflexión es más compleja si miramos las causas. Pasados coloniales, esclavistas, transaccionales de recursos naturales han impedido forjar proyectos comunes y por el contrario impulsar valores, creencias y actitudes que fomentan la acción oportunista y ventajosa. En nuestra región “los individuos saben que el comportamiento digno de confianza no es recompensado y los comportamientos poco fiables no son castigados. Es más probable que crean que los demás se aprovecharan de ellos”[1] lo anterior genera apatía, sesgos y posiciones irreconciliables que conllevan a dos polos que impiden resolver el problema.

La solución está en lograr castigar socialmente los comportamientos oportunistas y corruptos que van en detrimento del desarrollo social, generar incentivos para las empresas, y formar los funcionarios públicos para que sean los primeros garantes de un sistema sustentado en la confianza, a partir de procesos de información clara, tramites eficientes y una rendición de cuentas que se apoye en medios tradicionales y alternativos de comunicación.  De igual forma, se deben impulsar acciones para que la ciudadanía confié en sus pares de manera cotidiana. El reto concreto es ¿cómo?

Y usted, ¿Cómo promueve la confianza en su entorno?

[1] Ver BID https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Confianza-la-clave-de-la-cohesion-social-y-el-crecimiento-en-America-Latina-y-el-Caribe-Resumen-ejecutivo.pdf

[2] Ver BID https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Confianza-la-clave-de-la-cohesion-social-y-el-crecimiento-en-America-Latina-y-el-Caribe-Resumen-ejecutivo.pdf

[3] Ver BID https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Confianza-la-clave-de-la-cohesion-social-y-el-crecimiento-en-America-Latina-y-el-Caribe-Resumen-ejecutivo.pdf

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